Cada paso retumbaba por toda la cueva como si se tratara de una gigantesca cámara de resonancia.
La oscuridad se retuerce sobre si misma, unos grandes ojos blancos sin pupila, buscan el origen de tan molestos ruidos. Una figura humana emerge de la negrura y se sitúa en el centro de la fría luz. Debajo de los ojos aparece una boca que esboza una tenebrosa sonrisa.
- Creí que no volveríamos a saber nada de ti Folken.
- Mi señor, he estado muy ocupado buscando una solución a esta situación.
- ¿Y bien?
- He estado investigando la manera de acceder al mundo fantasmal desde aquí, el mundo terrenal, y por fin encontré la manera de hacerlo. Según los escritos de la biblioteca espectral, en la primera guerra que hubo entre el bastión oscuro y el mundo fantasmal, doce gemas de luz agónica se dispusieron de tal forma que produjeron un portal por el que las huestes negras del bastión oscuro entraron e intentaron hacerse con el control del mundo espiritual.
- Folken, no tenemos paciencia para una de tus patéticas clases de historia, recuerda que fuimos nosotros lo que comandábamos dichas huestes, y fue a nosotros a quienes, como castigo, nos exiliaron al mundo terrenal hasta que nuestra energía se agote y desaparezcamos.
- Lo que mi señor quizá no sepa al no haber estado presente, es el hecho de que el “Señor del Tiempo” entró a hurtadillas en el bastión oscuro poco después de que la invasión fuera detenida y se hizo con las doce gemas agónicas y con ellas forjó un amuleto en forma de collar que escondió en el mundo de los humanos para que ni seres oscuros ni espíritus se hicieran con su control.
- ¿Y la buena noticia es?
- La buena noticia es que una de mis banshees, ha conseguido el amuleto de las manos de un humano, ya que esa era la única manera de recuperarlo y ahora mismo está en mi posesión. Sólo hay que desengarzar las gemas y disponerlas de tal forma que el portal entre el mundo terrenal y el espiritual se abra y con ellos podamos entrar.
- Pero mi buen amado Folken, estamos muy débiles, necesitamos consumir almas para recuperar las fuerzas perdidas en estos miles de años de condena.
- Mi señor cuenta con la fuerza necesaria para traspasar la puerta espectral y con el poder espiritual justo para no llamar la atención una vez lo haga. Déjeme que me encargue posteriormente de alimentarle.
- Sea así pues, que de comienzo el ritual.
miércoles, 12 de agosto de 2009
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